Hace unos 18 meses tuvimos la idea de adoptar un perro. Al inicio no sabíamos por dónde empezar, así que buscando en Internet encontramos un centro de mascotas abandonadas en Croacia.
Hunde in Bosnien-Herzegowina & Kroatien – Hands4Animals e.V.
No fue fácil ver tantas mascotas abandonadas buscando un hogar, pero finalmente encontramos la página de Mikki. Al leer su historia nos conmovimos, había sido encontrado en una pequeña calle, sobre la tierra mojada de su propio pis y al parecer se encontraba ahí por varios días. Tenía 2 patitas rotas y al parecer se había caído del 2 piso de la casa de alado, pero nadie lo recogió y por varios días lloró y la pasó muy mal sin moverse. Seguramente algún vecino llamó a la organización para que busquen al pobre animalito, y así fue, llegaron, lo rescataro, lo llevaron a operar, le dieron comida y los cuidados necesarios. Mikki tendría unos 6 meses cuando lo encontraron y cuando ya estaba listo para ser adoptado, tenía 9 meses.
Luego de leer su historia, no lo dudamos y solicitamos los papeles para empezar los trámites de adopción. No fue fácil, pasamos una entrevista, llenamos papeles importantes, demostramos que podíamos cuidar de él y finalmente, luego de 2 semanas nos aceptaron para tener a Mikki con nosotros.
El 29 de Mayo del 2020, en plena pandemia del Covid, Mikki partió desde una ciudad en Croacia, con otros 8 perros en una camioneta grande… el camino era largo, pero era el camino a su nueva vida. Nos informaron que debíamos esperar a Mikki en una gasolinera a unos 20 minutos de Colonia, donde la camioneta llegaría y dejaría a 3 perros más a sus nuevos dueños.
El 30 de Mayo del 2020, a las 9:00 am estuvimos en el parking de la gasolinera, esperando con otras familias, la llegada de el nuevo miembro de la familia.
Finalmente llegó, nos llamaron, abrieron la puerta trasera de la camioneta y ahí estaba, asustado, temblando de miedo y oliendo fatal…. pobre, un viaje de 24 horas en carro con otros perros fue demasiado para él. Lo tomamos en brazos, lo llevamos a nuestro carro y regresamos a casa super felices con su llegada.
Le tomó un par de días para acostumbrarse a la casa y a nosotros, pero conforme pasaban los días, se convirtió en uno de nosotros. Mikki dejó atrás sus malos recuerdos y comenzó una nueva vida… y claro, nosotros también empezamos un nuevo estilo de vida, llena de caminatas al parque, pipi, popo, comida de perro, juegos, viajes con Mikki, etc, etc… la vida nos cambió para bien y no me arrepiento en ningún momento de haber decidido adoptar a un perro, Mikki es un perro de raza mixta, entre Jack Rusell y algún perro callejero, pero eso jamás nos importó porque simplemente es un animalito hermoso, bueno, lleno de amor y nos alegra la vida día a día.
Aquí les dejo un video que explica, en pocos minutos, cómo fue y como es su vida… Mikki agradece tanto cariño de todos sus seguidores en Instagram y es feliz, muy feliz.