Soy Leke

UE_UA_manosLeke es un chico subsahariano, su mirada dispersa parece decir que recordaba, con mucha nostalgia, un pasaje de su vida, a lo mejor recordaba cuando «soñaba» junto a su amigo Fodec con llegar al viejo continente europeo para triunfar o quizá sólo lamentaba lo difícil que fue llegar a estar donde estaba en ese instante, en Barcelona.

Muchas personas estaban a su alrededor, todos dentro del vagón del metro en donde la gran mayoría se dirigía a sus trabajos o a sus universidades, era un lunes por la mañana y el vagón estaba lleno. Él estaba sentado, con la cara triste y la ropa algo sucia y vieja. En la mano llevaba un trozo de pan que parecía ser su desayuno. La gente sonreía, hablaba alto o simplemente estaban mirando sus móviles como últimamente ocurre, pero nadie se fijaba en él.

El metro se detuvo en una parada, mucha gente empezó a bajar rápidamente para seguir sus caminos cuando de pronto, una mujer se le acercó, se puso de cuclillas mientras le tomaba de las manos, lo mira a los ojos y le dice “no estés triste” y le deja entre las manos lo que parecía un trozo de papel y sale del metro justo antes de que las puertas se le cierren.

Leke sonrió mientras veía a la mujer irse entre los cristales del vagón. Volvió su mirada a sus manos para ver que era el trozo de papel que le había dejado aquella mujer desconocida y al abrir las manos observa, sorprendido, que era un billete de 20€. Su rostro cambió a una mirada esperanzadora y seguramente por su mente pasaban muchas preguntas sobre aquella mujer o simplemente pensaba que no todo estaba acabado.

Me acerqué a él y le pregunté cómo se llamaba y respondió “Yo soy Leke, mucho guto” con un acento africano y una sonrisa que muchas veces quisiéramos tener. “El gusto es mío” le dije y charlamos un momento antes de bajar en mi estación pero con la felicidad de haber visto un gesto tan bueno, difícil de ver hoy en día en época de crisis, y de haber conocido a alguien que no pierde la esperanza y que, a pesar de haber “perdido” a su amigo Fodec en la travesía de cruzar en una patera para lograr sus sueños, él siguió adelante porque, como me comentó, él quería estudiar en la universidad y poder trabajar para ayudar a su familia en su ciudad natal.